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jueves, 4 de diciembre de 2014

Afro-estetica

Para iniciar relataremos un poco de lo que se ve evidenciado en el vídeo y de su conferenciante.

Integrantes: Lina marcela duran chaparro-20142025129
Elizabeth Jimenez Lozano- 20142025050
Carlos Alberto Riascos Pérez - 20142025128
Brayan Leonardo Fernandez- 20142025068


JAIME AROCHA 
Jaime Arocha es doctor en antropología de Columbia University de la ciudad de Nueva York. Fue ganador de la Rockefeller Visiting Fellow, University of Florida en 1996. Hace parte del proyecto UNESCO La Ruta del Esclavo. Sus estudios se enfocan en la transformación y relaciones de los pueblos afroamericanos; políticas de inclusión étnica nacional; violencia rural, resolución de conflictos homoétnicos y heteroétnicos e historia y práctica de la antropología. Fue curador invitado de la exposición temporal Velorios y santos vivos, comunidades negras, afrocolombianas, palenqueras y raizales, en el Museo Nacional, de la cual nació una exposición itinerante que ha viajado por todo el país y a su vez fundamenta el proyecto Observatorio de la Memoria de la gente negra, afrocolombiana, raizal y palenquera como medio para que el Museo Nacional elabore un nuevo guion que incluya a los afrodescendientes dentro de sus exposiciones permanentes.

HISTORIA DE LOS AFROCOLOMBIANOS EN COLOMBIA.

Entre los primeros periodos del siglo XV y 1819, Colombia era conocida, como parte de las gobernaciones de Cartagena y Popayán; más tarde como Nuevo Reino de Granada y, desde el siglo XVIII, como Virreinato de la Nueva Granada. Siempre ha sido una de las regiones más diversas del mundo. Sus tres cordilleras andinas dan origen a profundos valles longitudinales de norte a sur, cuyos obstáculos para las comunicaciones pudieron superarse a principios del siglo XX, mediante la construcción de obras como el ferrocarril de Cali al puerto de Buenaventura (Cabal Cabal 1978; Palacios 1995). En aquel entonces fue que el país entro en un constante cambio y se generaron plantaciones por partes de empresarios, la abundancia de parcelas y vetas auriferas llevó a que con preferencia la mano de obra esclavizada se empleara tanto en la minería del oro y del platino, como en las actividades que la apoyaban: consolidación de las haciendas de trapiche y ganado en el Valle del Cauca, construcción, servicio doméstico y transporte terrestre y fluvial a lo largo de los valles del Cauca y del Magdalena (Friedemann y Arocha 1995). 
Las turbas de cautivos se esparcían a lo largo de los ríos auríferos, en números que excepcionalmente superaban las trescientas personas, quienes podían alojarse en espacios mucho más reducidos que las cabañas de las plantaciones. Así los procesos de reconstrucción étnica pudieron haber sido menos intensos que aquéllos representados en las plantaciones y áreas urbanas de Cuba o Brasil (Friedemann y Arocha 1995). A esta explicación del por qué hoy por hoy en Colombia no haya legados de culturas africanas tan marcados como la santería o el candomblé como en el resto de lugares de américa latida donde hay poblaciones africanas, deben añadirse las relacionadas con la progresiva desaparición de sabedores Africanos, consecuente con la drástica disminución en la importación de inexpertos que tuvo lugar desde finales del siglo XVII para el área urbana de Popayán, también, con la represión inquisitorial y las expediciones militares contra los negros cimarrones.
Período y Régimen de la trata
Tratantes
Afiliación étnica Mayorista
Labor desmpeñada
Región de destino
Forma de resistencia
1533-1580, Licencias
Españoles, Genoveses, Portugueses
Wolof, Balente, Bran, Zape, Biáfara, Serere, Bijago
Servicio doméstico, Ganadería, Minería del oro
Llanura,
Caribe, Antioquia
Desconocida
1580-1640, Asiento
Portugueses
Kongo, Manicongo, Anzico, Angola, Bran, Zape
Ganadería, Minería del oro
Llanura,
Caribe, Antioquia
Cimarronaje armado, Cimarronaje Simbólico
1640-1703, Asiento
Holandeses
Akán, Oruba, Fanti, Ewefon, Ibo
Agricultura, Minería del oro
Valle del Cauca,
Litoral Pacífico
Cimarronaje armado, Automa- numicion
1704-1713, Asiento
Franceses
Ewe-Fon, Yoruba, Fanti
Agricultura, Minería del oro
Valle del Cauca,
Litoral Pacífico
Cimarronaje armado, Automa- numisión
1713-1740, Asiento
Ingleses
Akán, Ewe, Ibo
Agricultura, Minería del oro
Valle del Cauca,
Litoral Pacífico
Automa- numicion
1740-1810, Contrabando, Asiento, Comercio libre
Ingleses, Españoles
Akán, Ewe, Ashanti, Kongo
Minería del oro
Litoral Pacífico
Automa- numisión
1750-1850, Comercio libre
Españoles
Criollos
Minería del oro
Litoral Pacífico
Automa- numisión
-          Características sobresalientes de los esclavos de la nueva granada

SEGREGACIÓN DE LAS CULTURAS AFRODECENDIENTES  EN COLOMBIA.


-          Pese a que la constitución de 1991 determina la nacionalidad colombiana  en oficio de la diversidad cultural, la invisibilidad continúa frenando la introducción de los afrocolombianos y empeorando desigualdades étnicas que deterioran la convivencia. Para que la nueva carta política surta efecto, se pretendiera que la modernización y la apertura fueran acomodadas a las nuevas formas de democracia implantadas y que las identidades afrocolombianas fueran vistas de manera positiva en espacios distintos a los del deporte y la música.
-          Desde el cuatro de julio de 1991, una nueva constitución le permite a los colombianos ejercer sus derechos ciudadanos extendiendo su diversidad étnica. Ya no tienen que esconder manifestaciones de su identidad histórico-cultural, acorde lo solicitaba la normatividad anterior. Lamentablemente, la invisibilidad es una forma sepultada y perversa de discriminación socioracial muy latente que continua impidiendo la inserción de los afrocolombianos y agravando desigualdades étnicas que desgastan la convivencia.
-          Hasta finales del período de 1980, la integración había sido la táctica predominante hacia la unidad nacional. Se argumentaba que conllevaba a mayor tolerancia racial, en comparación con modelos basados en la separación pautada por el Estado, como el que primó en el sur de los Estados Unidos hasta el período de 1960, (De Carvalho et al. 1995; de la Fuente 1996, Harris et al 1993). Sin embargo, a partir del período de 1960, miembros de los movimientos indígena y negro fueron reuniendo pruebas de que la amalgamación derivaba en exterminio cultural y en pérdida de territorios ancestrales.
-          En Colombia, el unanimismo generó tal intolerancia y violencia que los ciudadanos votaron en favor de una Asamblea Nacional Constituyente que en 1991 reemplazó la carta integracionista de 1886. La nueva constitución no pretende construir la nación ni por integración ni por segregación, sino mediante la preservación de la diversidad étnica.



















Afro-estética las dos caras de la moneda.
El desolador panorama de la minería ilegal en el Chocó
Entre el 2012 y el 2013 aumentó en un 180 % la cantidad de dragas (Una draga es una embarcación utilizada para excavar material debajo del nivel del agua, y elevar el material extraído hasta la superficie) que operan en el departamento.
En el siguiente enlace se muestra el proceso de la extracción de metales:

La minería en Chocó muestra muchas caras, algunas de desilusión y otras de esperanza. Pero hay una sola situación verdadera: el 90 por ciento de las actividades extractivas realizadas en el departamento, en medio de una de las selvas más valiosas del mundo, es ilegal. Así lo afirman la Defensoría del Pueblo y la Corporación Autónoma Regional (Codechocó). Aquí la naturaleza se destruye, pero, lo peor, esa devastación no representa progreso.


En Chocó ha habido minería de oro y platino desde hace más de dos siglos, liderada por multinacionales, empresas medianas y artesanos. Es una actividad económica legítima. Sin embargo, en los últimos años ha tomado un rumbo inusual y tan poco regulado que sus tentáculos se están expandiendo hacia el sur, a límites con Risaralda y Valle. De un lado, aparecen las retroexcavadoras o los buldóceres, que rompen el bosque, abren enormes huecos y comienzan a remover la tierra para filtrarla y extraer el metal.  Entre los chocoanos la palabra draga es sinónimo de irregularidad, de enfermedad. Por algo, según un reciente estudio de la Universidad Javeriana, decenas de especies de peces de agua dulce de la zona, que consumen los pobladores, están contaminadas con sustancias tóxicas usadas en el funcionamiento de dichos aparatos.
También son preocupantes las consecuencias del vertimiento de mercurio sobre los ríos (sustancia que se usa en minería para amalgamar el oro) y la dispersión de los vapores que arroja su tratamiento en los entables mineros, situación que representa una amenaza para la salud de 150.000 habitantes, un tercio de la población total de Chocó, porque, ante la falta de saneamiento y acueductos, la comunidad usa el agua de esos afluentes para tomarla y bañarse y lavar la ropa y los utensilios de cocina.
En los pueblos mineros, a pesar de todo el oro extraído, no hay acueductos ni alcantarillados eficientes. Tampoco, rellenos sanitarios; las basuras se disponen a cielo abierto, en ocasiones son arrojadas a fuentes hídricas y no existen plantas de tratamiento de agua potable ni de aguas residuales.
Mosquera también dice con preocupación que “hace rato, la minería en Chocó dejó de ser de la gente”. Pasó, en efecto, a ser de los grupos armados ilegales. En ese departamento no se mueve una retroexcavadora o, para ser exactos, todas se mueven con la ‘bendición’ de frentes de las Farc y el Eln y de bandas delictivas como ‘los Rastrojos’ y el ‘clan Úsuga’. Según datos de la Policía, estos grupos pueden percibir por este tipo de actividades ingresos que llegan a los 20.000 millones de pesos anuales. Entrar a la selva, instalar una máquina y sacar oro no es posible sin que ellos no estén enterados.
 En Chocó mueren más por falta de salud que por violencia.
La violencia que en años ha desangrado el Pacífico colombiano es solo uno de los males que azota a la región. Fallas en la seguridad alimentaria, deficiencias en el sistema de salud, baja calidad en la educación y la devastación que ocasiona la minería constituyen una crisis social (su verdadero problema histórico) que ha aislado al litoral. Y es esta crisis la que genera el mayor número de víctimas.
Podemos decir que en el Chocó mueren más personas por falta de atención de salud que por el desarrollo de las acciones bélicas. No es el conflicto armado el principal generador de violencia".
Líderes de la región temen más baños de sangre a raíz de desplazamientos, como ya lo vivieron en las zonas de Jiguamiandó y Curvaradó por cuenta de grupos paramilitares, que despojaron a campesinos de sus tierras con crudas masacres. Y si bien en la región ansían la paz, aseguran que no es un problema que se soluciona con la firma de acuerdos.
La paz llega con una política pública diferencial que corresponda con las necesidades básicas que tienen las comunidades y que sea concertada con ellas.
Chocó, uno de los departamentos del Pacífico con mayores necesidades, afronta un índice de pobreza extrema del 48,7 por ciento, y un 80 por ciento de la población no tiene servicios de acueducto y alcantarillado, según cifras del Dane.
La deuda del Estado ante el drama social que vive el Pacífico colombiano tiene una larga lista de escenarios, que evidencian la violación de derechos humanos.
Históricamente ha sido un territorio con presencia de grupos guerrilleros. Pero el narcotráfico ha atraído actores emergentes como los paramilitares y las bandas criminales. El desplazamiento forzado es una constante, así como los bloqueos económicos y la ocupación de escuelas y casas comunitarias.
La violencia urbana se ha agudizado por cuenta del desplazamiento. En las cabeceras se recibe población que cae seducida ante el microtráfico y las bandas. La extorsión es otro de los males que crece.

Denuncian grave crisis humanitaria en el Chocó

ONU, Iglesia católica, Defensoría del Pueblo y ONG europeas llamaron la atención del Gobierno.

De acuerdo con su denuncia, los combates entre grupos irregulares han generado el desplazamiento de más de 4.000 personas este año. Pero a esto se suman los problemas de pobreza que se dan en ese departamento.

Según Todd Howland, delegado de la ONU para los derechos humanos, una de las razones que generan el desplazamiento se debe a que la economía ilegal es tan grande que está motivando a los grupos ilegales a controlar territorio. “Las actividades de narcotráfico y de minería ilegal tienen que ser enfrentadas”, señaló.
El delegado de la ONU denunció que hay más de 25 amenazas a defensores de derechos humanos desde comienzos de este año. “Es importante que el Gobierno Nacional desarrolle mecanismos de protección individual y colectiva”, agregó. Para él, en Chocó existen “problemas profundos desde el punto de vista estructural”.
Las ONG que hacen parte del Espacio de Diálogo y Coordinación de la Cooperación-Chocó le enviaron una carta al presidente Juan Manuel Santos en la que expresan su preocupación por la situación humanitaria del departamento.
Denuncian que los enfrentamientos entre grupos ilegales han obligado a desplazamientos en 28 comunidades indígenas.
Según el defensor del Pueblo, Jorge Armando Otálora, en Chocó hay un problema frecuente, y es “el permanente enfrentamiento” territorial entre la guerrilla y las bandas delincuenciales, que dejan en la mitad a la población civil.
Pero a pesar de todo lo negativo que azota al pueblo afrocolombiano aún se mantienen muchas tradiciones por las cuales se demuestra como el pueblo chocoano es fuerte, alegre y muy apegado a sus tradiciones; en la siguiente parte de este trabajo describiremos al detalle muchas de sus costumbres mostrando la otra cara de la moneda.

Los cantos del Chocó ya son Patrimonio Nacional

Los alabaos, gualíes y levantamiento de tumbas ya son patrimonio inmaterial de la nación. Para los habitantes del Chocó, hacer parte de un grupo de alabaos es contar una historia con música. Ahora, este ritual, que se celebra cuando una persona muere fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Nación por el Consejo Nacional de Patrimonio.

El ritual 
Cuenta Cruz Diney Mosquera,  miembro del grupo Alabaos de Andagoya desde hace ocho años, que más allá de los cantos, este acto “da fortaleza, acompaña y se solidariza con los que están sufriendo”. Y es que para la cultura afrocolombiana,  cuando una persona se muere es necesario cantarle y acompañarla mientras hace su transición al otro mundo.
En el caso de Andagoya, dicen sus habitantes que cuando una persona fallece todo el pueblo se da cuenta, porque las campanas empiezan a doblar sin importar la hora que sea. En ese momento salen de sus casas preguntándose quién habrá sido. Una vez se conoce, comienza el ritual: bañan y visten al muerto, lo llevan a la funeraria o lo velan en la sala de su casa.
De forma simultánea a los preparativos “empiezan a venir de pueblos aledaños y todos comenzamos a buscar cómo atenderlos”, señala Cruz Diney,  mientras se remanga el pantalón y se alista con el resto del grupo para entrar al río Condoto y empezar a ensayar los cantos.
Para los chocoanos, el río ha sido la principal fuente de sustento y de transporte, en un territorio hermoso pero por el cual no siempre es fácil transitar.












Alabaos. Alabanzas al Señor de los Milagros en Chocó, Colombia






Forma tradicional de arreglar la tumba para la última noche del velorio, en el Pacífico colombiano


La muerte se relaciona tanto con este mundo, como en la vida del más allá. La persona muerta, vive y participa de todo lo que está sucediendo a su alrededor, no es una persona que se ha ido, sino un hermano o un amigo que sigue participando de la vida.
Los muertos viven en el corazón de todos los de la comunidad. En las comunidades afrocolombianas del Pacífico se demuestra el amor por los muertos, a través de manifestaciones fuertes de llanto, de los cantos como los alabaos porque ante el dolor de la muerte se canta y llora en un solo momento.
El camino del difunto hacia la otra vida depende mucho de las actividades de los vivos.  Por ejemplo  cuando alguien de la comunidad trabaja el día de la muerte de otro miembro de ella, le obstaculiza el camino del difunto porque éste sigue al vivo.
Igual ocurre cuando un difunto ha dejado un entierro o cualquier prenda donde no se den cuenta, él se manifiesta a alguien en sueño para que mueva el objeto del lugar en el que se encuentra, y así poder quedar libre, en paz con Dios y descansar.
La relación de los vivos con los muertos es muy importante porque son los vivos quienes le facilitan el viaje al difunto al cumplir todos los ritos o creencias tradicionales. La no observancia de las tradiciones rituales mortuorias, como por ejemplo no hacerle el velorio al difunto hace que el alma reclame y se aparezca, porque no llega al reino de los cielos. Lo que traería además como consecuencia, el rechazo y la crítica a la familia, por parte de la comunidad.
Los vivos les ayudan a los muertos a disminuir sus penas a través de los rezos y cantos. Por eso hay que rezar y cantar con mucho respeto.
Si se reza por los difuntos de igual manera en el momento de la muerte propia, alguien rezará. En la relación entre vivos y muertos, existe una experiencia de miedo que se calma ayudando en el entierro del difunto y participando en su novenario.
A través del ritual mortuorio se presentan signos de libertad, ya que el difunto deja atrás toda una vida de lucha, de privaciones, y se busca a través de estos ritos, ayudarle a salvar el alma para la otra vida.
La muerte convoca más que la enfermedad, porque en la enfermedad hay todavía la esperanza de que la persona no muera. Mientras que una vez muerto, ese día es de él, ya que no va a estar más con los vivos. Por lo tanto se suspende toda actividad para dedicarle al día en despedida, porque es lo último que se lleva la persona consigo.
De forma tal que la muerte congrega porque: Es el último servicio que se le presta a la persona; por temor a lo desconocido, para evitar las posibles venganzas del difunto, para asegurar la compañía en la futura muerte, sea la de un familiar o la propia; para que los muertos sean los aliados mientras se está en esta vida, y ayuden a llegar a ver la cara de Dios, cuando llegue el turno de cada uno.
Los muertos son intermediarios entre los vivos y el más allá, por eso es necesario ganarse los favores del otro mundo, preparando el camino que cada persona debe recorrer. Y esto se logra a través del rito mortuorio.
La muerte, al convocar a toda la familia y a la comunidad, ayuda a reforzar la unidad y a superar los conflictos que se hayan presentado.La no observancia de las tradiciones rituales mortuorias, pueden producir desgracias en la comunidad, porque el muerto queda resentido.
Celebraciones o fiestas
Semana Santa  
Ciudad: Tadó


Esta fiesta es considerada como una de las mejores por ser la más concurrida en el Chocó, la cual se desarrolla con elementos tradicionales y con escenas vitales. Entre las principales escenas que se realizan están: la procesión del Domingo de Ramos, la misa de la Última Cena, el Viernes del Santo Víacrucis, el sermón de las Siete Palabras con la procesión del Santo Sepulcro; la procesión de la Virgen de los Dolores, asistida generalmente por las mujeres; Domingo Santo en la cual se realizan los actos de resurrección de Cristo.




Fiestas Patronales de la Virgen del Carmen

Ciudad: Lloró 

Las personas se embarcaban en champa (canoa) para ir por el santo el cual lo dejaban un día antes de comenzar las fiestas lo más lejos posible del municipio. Lo suben en la champa hasta Lloró, para realizar la procesión. Antes de esto el municipio prepara sus calles con arcos alusivos a los misterios del sagrado Rosario. Hacen comparsas y recorren las principales calles.



Fiestas Patronales Virgen de la Pobreza

Ciudad: Tadó


Estas fiestas fueron influencias por el Viejo Caldas cuyo puerto fluvial servía para la distribución de mercancías que llegaban a Tadó por caminos de herradura transportados desde esa región. Estas fiestas patronales invocan a la Virgen de la Pobreza y se celebra por medio de diversas manifestaciones que hacen un ambiente carnavalístico, con comparsas, disfraces, pasacalles, adornos y verbenas hasta el amanecer. 


Fiestas Patronales San Francisco de Asís (San Pacho)

Ciudad: Quibdó
En 1648, Fray Matías Abad, padre franciscano apoyado por el gobernador de Cartagena don Pedro Zapata de Mendoza, penetró el alto Chocó por el río Atrato y realizó el levantamiento de la iglesia y casas aledañas. Este proyecto terminado el 4 de octubre se consagró a San Francisco de Asís con la primera fiesta solemne que hizo en esta tierra. A San Pacho se le pide fecundidad, el rito consiste en que se echan imágenes o se raspan polvos de estas en una bebida mañanera, se toma para que se produzca la fecundidad en las familias donde no la hay. Por eso el 4 de septiembre de cada año a las doce de la noche se da el aviso colectivo de las fiestas que se avecinan, se disparan voladores desde todos los ángulos y el escándalo de las gentes que gritan y cantan con las chirimías a la cabeza. Y comienza las fiestas.

GASTRONOMIA

El legado de los antepasados quedó plasmado en una gastronomía única, que se manifiesta hoy con las innovaciones que se inspiran en los productos de la naturaleza.

Torta de chontaduro











                                                                                         Sopa de plátano frito con sardina frita y queso











Jugo de chontaduro















Arroz clavado













Arroz atollado

















Artesanías
Los artesanos de la región del Pacífico chocoano estructuran su arte creativo con los productos de la naturaleza de origen marino, rivereño o selvático. Del mar, utilizan como materia prima las conchas, las escamas de pescado y las vértebras de tiburón. De la selva aprovechan las semillas, la tagua que, por su dureza, se reconoce como marfil vegetal; la estopa, la concha del coco, las fibras de las palmas, la iraca, el werregue, la damagua, los bejucos y los maderos finos como el oquendo.
El resultado de ese trabajo se traduce en jarrones de palma huereque, muñecas de la corteza del árbol de damagua, bandejas, sombreros, bateas de werregue y pocillos, platos, bastones y bolsos; correas y manillas elaboradas con coco y tagua, flores y sombreros de palma cabecinegro. En la región Caribe, los indígenas tule o cuna que comparten a Colombia con Panamá, tienen un producto que ha traspasado las fronteras del mundo: las molas, consideradas verdaderas obras de arte, con las que se crean bolsos, camisetas, blusas, cachuchas y gobelinos entre muchas otras aplicaciones. Esas obras son producidas delicadamente con retazos de tela de algodón, y cada diseño es único y original. Hoy en día, las molas son conocidas internacionalmente.


Estética
Es difícil describir la estética de una región, es más fácil mostrar algunas imágenes y que cada persona haga sus conjeturas, pero a mi juicio la estética chocoana es una de las más alegres y vivas del país. 
















ESTETICA CORPORAL
HISTORIA : El orden racial colonial y el modelo estético hegemónico
El factor racial constituye desde la colonia una forma de jerarquización social, y permitió establecer el predominio del modelo estético blanco como canon de belleza. Algunos autoras (Hunter, 2002; Shucman, 2012) afirman que en los países colonizados por europeos, la hipervaloración de lo blanco cobra sentido no solo porque la elite de estos países americanos es blanca, sino también porque estamos ante valores de belleza y poder constituidos históricamente, los cuales situaron asimétricamente a las poblaciones negras e indígenas con respecto a la blanca.
Los orígenes de la segregación racial en Colombia y en el resto de países americanos se encuentran en el régimen colonizador europeo desde el siglo XV. Estas prácticas colonizadoras sometieron inicialmente a los indígenas a un estatus subordinado debido a su condición étnico-racial. Así, las poblaciones indígenas fueron obligadas a trabajar tanto en el servicio doméstico como en la minería, agricultura y otros trabajos serviles, lo cual produjo el exterminio de gran parte de estos grupos. Al faltar mano de obra para este tipo de trabajos, los colonizadores «blancos» esclavizaron personas «negras» raptadas del continente africano. Indígenas y esclavos africanos fueron despojados de sus territorios y
culturas, y fueron categorizados como «Otros», es decir, no civilizados, quienes necesitaban ser aculturizados según los patrones de la raza dominante —la de los colonizadores—. De igual modo, estas poblaciones fueron consideradas bárbaras, puesto que no compartían la raza, la religión ni las prácticas culturales de los europeos. Sin embargo, las creencias sobre la inferioridad de estas personas frente a los europeos se fundamentaron principalmente en el factor racial y, a su vez, la jerarquización social se basó en dicho aspecto (Bastide, 1969).
Los blancos se ubicaban en la cúspide de la pirámide racial, les seguían los indígenas, y en la base estaban los «negros». A pesar de que estos dos últimos grupos fueron relegados a un estatus inferior, la situación de ambos grupos no fue la misma. Específicamente, a los esclavos «negros» no se les reconocía una identidad propia. En contraste, los indígenas sí fueron considerados súbditos del reino y pobladores ancestrales de dichos territorios —aunque ello no quiere decir que no fuesen discriminados— (Arocha, 2001). En este contexto, los indígenas estuvieron relativamente protegidos por las legislaciones, mientras que los «negros» fueron desprovistos de cualquier reconocimiento.
El color de piel, la pureza de sangre y la apariencia constituyeron los principales aspectos en la jerarquización de la sociedad colonial. Estos aspectos sirvieron como criterios para prolongar los monopolios de poder y controlar la estratificación social (Wade, 2007). De esta manera, se estableció en las naciones latinoamericanas una jerarquización racial, donde «lo blanco» constituía el poder hegemónico, es decir, el poder dominante y legitimado socialmente, agenciando así prácticas sociales segregacionistas y racistas por parte de los colonizadores.
El color de piel, tanto en las designaciones coloniales como actuales, ha configurado diversas formas de clasificación de los individuos. En particular en la colonia existía una multiplicidad de castas definidas por la mezcla entre las razas blanca, indígena y negra. Las castas nominan las diferencias y las jerarquizan.
Entre estas castas coloniales se puede mencionar las siguientes: español e indígena (mestizo) español y negro (mulato), español y mulato (morisco), morisco y español (albino), albino y español (torna atrás), torna atrás e indígena (lobo), lobo e indígena (zambaigo), zambaigo e indígena (cambujo), entre otras (Lomnitz, 1992, citado por Moreno, 2008). Los polos extremos estaban entre lo negro y lo blanco. De hecho entre más se acercara una persona al polo blanco, mayor probabilidad tendría de ser aceptado  en la sociedad colonial, y por ende, más atractivo sería considerado.
Música y danzas
Chirimía
La chirimía es un instrumento melódico de viento cuya longitud está entre los 35 y 41 centímetros. Su estructura posee agujeros que son cubiertos por la yema de los dedos del ejecutante, en su boquilla se usa una lengüeta que, al ponerla y sujetarla con la boca y soplar a través de ella, produce sonidos. Este instrumento fue traído a América por los españoles. La chirimía, como agrupación musical auténtica del Pacífico colombiano, es el formato con el que típicamente se ejecutan los aires propios de la región y les dan carácter expresivo y eficiente en el campo musical a las expresiones folclóricas negras. La chirimía clásica tradicional cuenta con cuatro instrumentos musicales, tres de percusión y uno de viento: clarinete, bombo, redoblante y platillos. Entre los instrumentos incorporados a su formato está el barítono o fliscornio, conocido como cobre, y el saxofón (alto y tenor) que aunque sólo se acepta parcialmente para la representación folclórica, es apetecido por su timbre y su dúo con el clarinete.
Tamborito
Danza de influencia panameña, típica de la región de Bahía Solano y Nuquí. Cultura en donde el negro lleva dentro de su sangre la herencia de los ritmos africanos en la que solo se espera el sonar de los tambores para darle movimiento al cuerpo.
Cánticos y rituales
Son en una serie de composiciones de carácter religioso que se cantan en los alumbramientos, los novenarios y los funerales. Estos cánticos -Santo Dios, Salves, Román alabaos-, son interpretados por personas de voces delicadas y melodiosas, y coros que, oportunamente, entonan los asistentes cuando les corresponde el turno. Se llevan a cabo especialmente en el último día de los novenarios de muertos, en el momento de deshacer las tumbas. Los nacimientos son acompañados por alabados.
Chirimía











marimba 
















CIVILIZACION YORUBA
Ubicados actualmente en los países de Nigeria al sur-oeste, Benín al sur-oeste teniendo como centro la ciudad de Ketou y la mayor concentración de habitantes, y Togo en la Region central ciudad de Kambala con un mínimo porcentaje de población.
El pueblo Yoruba, del cual hay en la actualidad más de 25 millones, ocupa la esquina sur occidental de Nigeria, por todo el borde de Dahomey y se extiende hasta el mismo Dahomey. Al este y al norte, la cultura Yoruba llega a sus límites en el río Níger. Sin embargo, culturas ancestrales directamente relacionadas con los Yorubas florecieron al norte del Níger (Mapa). Los descubrimientos arqueológicos y los estudios genéticos señalan que los antepasados de los Yorubas pueden haber vivido en este territorio desde la prehistoria. Evidencias arqueológicas indican que una sociedad proto-Yoruba con altos niveles tecnológicos y artísticos, se encontraban viviendo al norte del Níger en el primer milenio de nuestra era, y ya tenían conocimiento del hierro.

La teología Ifa plantea que la creación de la humanidad aconteció en la sagrada ciudad de Ile-Ife, donde 
Oduduwa creó tierra firme del agua. Mucho tiempo después un número desconocido migró hacia Ile Ife. En este punto se sinergizaron los africanos orientales y occidentales. Algunas hipótesis, basadas en la similitud de las esculturas egipcias y las encontradas en la ciudad estado de Ife, señalan que los Yorubas pueden descender de los Oduduwa provenientes de Egipto y que estos fundaron los primeros reinos. Los Yorubas aun se denominan a sí mismos "Los hijos deOduduwa".

Estas ciudades-estado Yoruba formaban parte de los más de 25 reinos, todos ellos centralizados. De todos ellos, es Ile-Ife, el reconocido universalmente como el más importante. Su fundación se cree que date del año 850. Su eterno rival, el reino de Oyo, al noroeste de Ife, se fundó aproximadamente hacia el 1350 DC. Los Oni (rey) de Ife y el Alafin de Oyo todavía son considerados como los reyes Yoruba y se les rinde respeto como tales en Nigeria. Otros reinos importantes eran Itsekiri, Ondo y Owo en el sureste, Ekiti e Ijesha al noroeste y el Egbado, Shabe, Ketu, Ijebu, y Awori en el suroeste

Los exploradores portugueses "descubrieron" las ciudades Yoruba y sus reinos en el siglo XV, pero ciudades tales como Ife y Benin, entre otras, han estado en el mismo sitio por cientos de años antes que los europeos llegaran.

El reino de Oyo se fundó con la ayuda de las armas portuguesas. A finales del 18 siglo se produce una guerra civil en la que uno de los bandos consigue el apoyo de los Fulani, quienes en el año 1830 se hacen con el control de todo el imperio Oyo. La invasión Fulani empujó a muchos Yoruba hacia el sur donde se fundaron los pueblos de Ibadan y Abeokuta. En 1888, con la ayuda de un mediador británico, Yorubas y Fulanis firman un acuerdo por el que los primeros recuperan el control sobre su tierra. En 1901 Yorubaland es colonizada oficialmente por el imperio británico, quienes establecen un sistema administrativo que mantiene gran parte de la estructura de gobierno Yoruba.

Durante todos estos años Ife mantuvo su importancia vital como una ciudad-estado sagrada, cuna de los Yorubas y base de su pensamiento religioso. Hasta hace poco tiempo, los Yorubas no se consideraron a sí mismos como una sola nación. Más bien se consideraban como ciudadanos de Oyo, Benin, Yagba, entre otras ciudades. Estas ciudades consideraban a los habitantes de Lagos y Owo, por ejemplo, como vecinos extranjeros. Los reinos Yorubas no solo guerrearon contra los Dahometanos, sino también entre sí. El nombre Yoruba fue aplicado a todas estas personas relacionadas lingüística y culturalmente por sus vecinos del norte, los Hausas.

Las típicas ciudades Yoruba antiguas, eran centros urbanos con granjas a su alrededor que se extendían por docenas de millas o más. Oyo y Benin fueron fundadas por reyes de Ife o sus descendientes. Benin obtuvo sus conocimientos rituales directamente de Ife, y el sistema religioso de adivinación Ifa se expandió desde Ife no solo a través de todo el territorio Yoruba, sino que alcanzó a todo el mundo. Un sistema de creencias Yoruba común dominaba la región desde el Níger, moviéndose hacia el este hasta el Golfo de Guinea en el sur.

No fue por accidente que la cultura Yoruba se expandiera a través del Atlántico hasta América. Cazadores de esclavos europeos capturaron violentamente a millones de africanos y los enviaron a su suerte en barcos negreros sobrecargados hacia América. Guerras de esclavización comenzadas desde el reino de Dahomey contra algunos de los reinos Yorubas, y similares guerras entre los mismos Yorubas, hicieron a estos prisioneros de guerra, esclavos disponibles para su transportación hacia América. Esclavos Yorubas fueron enviados a colonias inglesas, francesas, españolas y portuguesas en el nuevo mundo, y en una gran parte de estos lugares, las tradiciones Yorubas sobrevivieron con gran fuerza. En Cuba, Brasil, Haití y Trinidad, los ritos religiosos Yorubas, creencias, música y mitos se encuentran entronizados hasta nuestros días. En Haití los Yorubas fueron llamados Anagos. Actividades religiosas afro haitianas dieron un lugar de honor a los ritos y creencias Yorubas, su panteón incluye numerosas deidades de origen Yoruba.

La esclavitud en los Estados Unidos fue muy diferente a otras regiones colonizadas. El idioma y la cultura de estos cautivos fue cruelmente eliminada, donde los africanos recibían generalmente la pena de muerte por ejercer sus prácticas.

En Cuba, ocurrió un proceso de sincronización de la religión Yoruba con la católica, dando lugar a un nuevo sistema, conocido como Regla de Osha o Santería, que es el que con más fuerza se ha extendido a América Latina, Estados Unidos y Europa. Este resurgimiento en popularidad e interés de la adaptación de Yoruba e Ifa con el catolicismo, llegó a los Estados Unidos a través de los puertorriqueños en los 40's y los 50's (los cuales anteriormente lo habían recibido de Cuba) y luego en los 60's con el flujo de refugiados cubanos.

En Cuba, el panteón de las deidades Yorubas ha sobrevivido intacto, junto a un complejo de ritos, creencias, música, bailes y mitos de origen Yoruba.




















    Tomado de:
LA INCLUSION DE LOS AFROCOLOMBIANOS
¿META INALCANZABLE? Jaime Arocha.










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