En el conflicto armado que afronta el país nos afecta a todos, la paz es
un asunto que se construye en comunidad, hombres y mujeres
trabajando en igualdad de condiciones para lograr edificar un proceso que
permita alcanzar la reconciliación. Es deber de la sociedad garantizar la
participación en igualdad de condiciones sin importar género, edad o
procedencia.
El papel de la mujer en la sociedad viene precedido de la lucha por el
reconocimiento y la búsqueda de espacios para expresarse. La mujer busca ser
escuchada como igual, necesita dejar de ser vista sólo como víctima y pasar a
ciudadanas constructoras de paz, ser escuchada para poder aportar desde
su perspectiva del conflicto, a los procesos de paz como el que se lleva a cabo
en La Habana. Deben estar representadas e incidir políticamente en definir y
hacer viable democráticamente la sociedad que queremos.
La participación de la mujer en los procesos de paz no pasa
desapercibida, siempre han estado presente, hacen escuchar su voz, las
organizaciones buscan reivindicar sus derechos, lograr equidad y justicia, de
allí los llamados que hace Naciones Unidas a través de la resolución 1325
(2000) en la que se insta a garantizar la igualdad de la mujer en la prevención
y resolución de conflictos, consolidación y mantenimiento de la paz.
La igualdad permite dejar atrás la sociedad patriarcal, es un
cambio que debe iniciar que permita una participación equitativa de la mujer en
el ámbito político y todos los niveles de participación, ser
representadas y tener poder de decisión. Debemos aprender a conciliar, a
perdonar, a dialogar, y para ello debemos reconocer a todos como iguales, la
mujer debe pasar a ser parte fundamental en la construcción de la nación, no
hay paz sin equidad. La paz es un proceso que debe llevarse a cabo todos los
días y en cada acción que realizamos, si logramos concentrar todos los
esfuerzos en ello, en algún momento podremos llegar a la reconciliación, la
igualdad y la justicia.
Si
queremos la paz para Colombia, ¡a trabajar se ha dicho!
Rigoberta
Menchú Tum. 1er Foro Internacional Paz Palabra de
Mujer
«Una democracia sin mujeres es incompleta»
La democracia siempre ha sido una cuestión de gran interés para las
mujeres, requiere que se escuchen las voces y los intereses de los
ciudadanos, y que se delibere y legisle al respecto. Las mujeres constituyen la
mitad de la población mundial y, por ende, su voz debe ser escuchada en el
proceso democrático. La democracia necesita a las mujeres para preservar su
autenticidad y las mujeres necesitan la democracia para cambiar los sistemas y
las leyes que les impiden, a ellas tanto como a las sociedades en su conjunto, lograr
la igualdad.
El derecho de la mujer como ciudadana en Colombia para la educación,
igualdad, participación y libertad democrática es bastante reciente. Sólo en
1957, con el plebiscito, se concedió este derecho a la mujer, siendo Colombia
uno de los últimos países latinoamericanos en lograrlo. Esto ha llevado a que
actualmente haya una mayor participación para procesos gubernamentales de
mujeres, cosa que hace 50 años no se veía, ya que su participación era tras
bambalinas y no tenían un reconocimiento pero si influían bastante aunque no se
les reconociera como ciudadanas.
Desde que la mujer tuvo acceso a la educación formal en todas las áreas
sus capacidades aumentaron, permitiéndole una mayor independencia económica,
derechos a la propiedad, mayor respeto y bienestar. De igual forma, aumentó su
participación y el desarrollo mismo de sus capacidades. Esto le permitió
obtener libertades que le llevaron, no sólo a cubrir sus necesidades básicas
sino también las de sus hijos y de la sociedad, así como a tener una mayor
participación en la democracia del país sin depender de Hombre que asumiera la
responsabilidad y las decisiones en el hogar.
Como participan las mujeres activamente en la política hoy en día.
Nos encontramos en pleno siglo XXl y la participación de la mujer
en las políticas públicas se ha diversificado de una manera significativa, ya
no solo el sexo masculino escoge las leyes si no la opinión femenina también es
muy influyente. Pero a pesar de ello la cultura general de nuestro país no
permite que se dé del todo este desarrollo que debería darse de una manera
natural, si no que más bien pone una pautas que hacen que la mujer se alejen de
los temas políticos y de opinión para centrarse más en otras ideas.
Somos un país que apenas está saliendo del machismo, y
pensamientos como la mujer es para la casa, las mujeres no trabajan o no estudian
aún se ven, y no solo esto si no que la falta de información y educación que
vas desde la familia y el colegio no permite que las mujeres conozcan todos los
mecanismos de los cuales pueden hacer uso. Muchas mujeres jóvenes dejan sus
estudios o sus trabajos por quedar embarazadas o tener que cuidar a sus
hijos o simplemente no se atreven a entrar a la política porque no se les fue
inculcada la cultura de que todos tenemos las mismas oportunidades. A
pesar de todo ello hoy en día se tratan de dar muchas oportunidades a las
mujeres como por ejemplo la
ampliación del sufragio en primer término y
canales que garantizaran el acceso de las mujeres a los cargos representativos
y gubernamentales, también mecanismos de cupos y cuotas son medidas de acción positiva
tendientes a superar las dificultades históricas de las mujeres en el acceso a
los espacios públicos. Es uno de los mecanismos a través de los cuales se
pretende alcanzar una igualdad efectiva de diferentes grupos sociales en el
acceso a cargos de decisión o elección popular; también podemos ver como
organizaciones como la ONU han ayudado a nuestro país, que en colaboración con
mujeres de organizaciones de la sociedad civil y líderes gubernamentales,
ONU-Mujeres contribuyó al éxito de tareas de promoción para que se aprobara una
cuota del 30% de mujeres candidatas en las elecciones nacionales
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